martes, 20 de noviembre de 2012

La importancia del tiempo libre


ANTONIO GIL 13/02/2011

No es un gran tema, a primera vista. O tal vez sí. Tal vez, las cosas más importantes de nuestra vida podríamos colocarlas en ese tiempo, que ni siquiera sabemos cómo llenar en muchas ocasiones. José Luis Perales, hace años, metió el tiempo libre en la letra de una de sus canciones, en la que un marido abandonado interrogaba a su mujer entre melancólico y curioso: "Y quién es él / en qué lugar se enamoró de ti. / De dónde es... /A qué dedica el tiempo libreeeeee...". La última "e" se prolongaba en el éter, lánguida y resignada, como un balido. No es asunto banal saber a qué dedica el tiempo libre un lugareño cualquiera. Porque el tiempo, en efecto, se divide en dos clases: ocupado y libre. Los adultos, por lo general, tenemos mucha cantidad del primero y poca del segundo. Y, a veces, sólo unas semanas al año o algunas horas entre semanas podemos disponer del tiempo a nuestro antojo y medida. Este es el tiempo que los clásicos llamaban de "ocio", entendido no como un período de actividad o de evasión, sino todo lo contrario. El ocio debía ser el tiempo más rico y enriquecedor, el más rebosante de vida. Era un tiempo de silencio, de actividad interior, de contemplación y, por tanto, de auténtica sabiduría. El problema es que estamos entrenados más para el "negocio" que para el "ocio". Nos asusta el silencio como a los niños la oscuridad, y cuando llega el tiempo libre, sólo nos planteamos cómo llenarlo de trivialidades, a dónde huir, cómo saturarnos los ojos de imágenes, los oídos de ruidos y el estómago de basura. Los más jóvenes quieren marcha y los viejos alguna forma de anestesia. Es una pena, porque ¡hay tanto que hacer! Necesitamos el tiempo libre para tener largas tertulias cuando anochezca; para aprender a mirar a los demás, descubriendo sus sentimientos; para escuchar a nuestros padres o a nuestros hijos, ya que en muchas ocasiones sólo les oímos sin prestarles mucha atención; para escribir nuestro primer poema; para hablar con alguien sobre el sentido de la vida, cuyo descubrimiento nos hará caminar con esperanza. Aseguraba Kloster que "el domingo a las diez de la mañana, el hombre nos dice lo que piensa de sí mismo". Es lógico: esa hora es la más significativa porque nadie la hipoteca. En ella somos completamente soberanos. Nada nos impide ser auténticos. Leopardi afirmaba que se le encogía el corazón al pensar "cómo todo pasa sin apenas dejar huella". No olvidemos que "hoy es el primer día del resto de mi vida". En los viejos tiempos, podíamos ver la frase reflejada en los posters de moda. En cambio, da la impresión de que el tiempo es algo a malgastar, a dejar que pase, pasándolo nosotros lo mejor posible.

http://www.diariocordoba.com/noticias/opinion/la-importancia-del-tiempo-libre_616784.html

Este texto, es un artículo del Diario de Córdoba, donde se muestra y reflexiona sobre la importancia que tiene el tiempo libre en nuestras vidas. Es por ello importante, el hecho de saber administrar el tiempo libre de manera correcta, y que mejor manera que dedicar el tiempo libre, desde una faceta educativa. Esta educación en el tiempo libre, cobra real importancia. 

La educación en si, la podríamos definir como el proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientosvalorescostumbres y formas de actuar. 

El tiempo libre es el que queda después del trabajo, el que queda libre después de las necesidades y obligaciones, el que se emplea en lo que uno quiere o el tiempo destinado al desarrollo físico e intelectual del hombre en cuanto a fin en sí mismo.

Esta educación en el tiempo libre, también es denominada no formal. Esta educación no formal muchas veces, sufre una desvalorización por parte de la sociedad, ya que no lo ven como una educación en la que se enseña un currículo determinado como en la escuela: matemáticas, historia, etc; si no actividades que hacen que las personas se diviertan, y poco más. Pero no por ello se debe desvirtuar esta educación, ya que con muchas de estas accciones existen fines ocultos. Tras estas meras actividades, existe la enseñanza de potenciar lo que de educativo tenga el ocio en si mismo. También detrás de las actividades, se enseñan ciertos conocimientos, valores, destrezas, habilidades, que por ejemplo, en muchas escuelas no se les llega a enseñar por que solo se da el temario determinado.

La educación no sólo se produce a través de la palabra, pues está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes. Estas acciones, sentimientos y actitudes se pueden trabajar muy bien desde el tiempo libre, ya que, normalmente, el ambiente es mucho más relajado, y los usuarios se muestran tal y como son ellos mismos en la vida real.





Una última frase para reflexionar:
"El tiempo es la sustancia de que estoy hecho. El tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el río; es un tigre que me destroza, pero yo soy el tigre; es un fuego que me consume, pero yo soy el fuego." (Jorge Luis Borges).

Referencias

Páginas web

Antonio Gil. (2011). La importancia del tiempo libre. Recuperado el 19 noviembre 2012, desde http://www.diariocordoba.com/noticias/opinion/la-importancia-del-tiempo-libre_616784.html

Libros

Alonso Fernández, Manuela. (2007). Manual del monitor de tiempo libre. Castilla y León: Junta de Castilla y León.
Figueras Torruella, Pilar. (2007). Ocio y tiempo libre de colectivos específicos. Barcelona: Altamar.

1 comentario:

  1. Sin ninguna duda, para mí, el tiempo libre es un elemento básico para el aprendizaje y desarrollo integral del individuo. Sustento la defensa de esta opinión en mi propia experiencia vital. He crecido invirtiendo mi tiempo libre en un CAU (una entidad dedicada a la educación en el tiempo libre de niños y jóvenes a través del método scout), donde cada sábado, junto con otros niños y monitores aprendía sin ser realmente consciente de ello. Pasados los años me he dado cuenta y no tengo ninguna duda que gracias a todo el proceso vivido durante mi tiempo libre, hoy, soy como soy. Todo lo aprendido en el CAU se ha sumado a los conocimientos adquiridos en la escuela y las instituciones educativas ordinarias en las que he podido formarme y a todo lo que la familia me ha enseñado. Cada uno de los aprendizajes han tenido un peso importante en mi educación y desarrollo, pero quiero destacar la gran función del entorno y todo lo vivido en el marco de esta entidad de tiempo libre. Algunos trabajos destacan la importancia de las actividades de tiempo libre en la educación, por ejemplo los de Gilligan (2000, 2007), sobre jóvenes con algún tipo de necesidad especial.
    Generalmente, ocupamos nuestro tiempo libre con actividades que nos diviertan, que nos permitan “desconectar” de la escuela, sin darnos cuenta de que, mientras las realizamos, estamos complementando nuestro proceso de aprendizaje de una forma muy significativa.

    Gilligan, R. (2000). Adversity, resilience and young people: the protective value of positive school and spare time experiences. Children & Society, 14(1), 37-47.

    Gilligan, R. (2007). Spare time activities for young people in care: What can they contribute to educational progress? Adoption & Fostering Journal, 31(1), 92-99.

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